La persona que quiera llevar una vida saludable e íntegra, requiere de tener presente:
1- Confianza.2- Decisión.3- Juicio justo.4- Compartir.5- Actuar constructivamente.
Rabí Israel Salanter, el fundador del movimiento "Musar" - "Ética".Tengamos en cuenta estas enseñanzas para afirmarnos en el camino de la corrección mientras un soplo de vida recorra nuestro cuerpo.
1. Verdad: Sé verdadero con lo que dices.
No hables antes de asegurarte de estar diciendo la verdad. Los embusteros pueden parecer tener éxito, temporalmente, pero con el tiempo no se les confía. Al mentiroso no se le cree ni aún cuando dice la verdad. Recuerda: Tu reputación depende de la veracidad de tus palabras. Rabán Shimón Ben Gamliel dijo: sobre tres cosas se sostiene el mundo: La verdad, la justicia y la paz. En el Libro de Bereshit encontramos que después de que el Todopoderoso hubo creado la tierra, su mandamiento fue el siguiente: "Produzca la Tierra hierba verde… (deshe en hebreo)". Con las 3 primeras letras de la palabra deshe comienzan, respectivamente, las palabras din, shalom y emet (justicia, paz y verdad). En consecuencia, esto sugeriría que si este mundo recién creado deseaba perdurar, debía producir primero, deshe: justicia, paz y verdad. Estos son los fundamentos de la sociedad sin los cuales las buenas relaciones entre los hombres resultan imposibles.
2. Agilidad: Todo lo que tienes que hacer, hazlo sin perder el tiempo.
No malgastes tu tiempo. Procura estar ocupado siempre, realizando algo útil y bueno. "Tiempo es vida", no lo desperdicies.Sé atento a tus responsabilidades y obligaciones para no caer en la haraganería.
En el libro los caminos de vida (de Rabenu Asher Ben Iejiel), encontramos lo siguiente:
a) No seas negligente en la realización de una buena acción si se te ha presentado la posibilidad de hacerla, y hazla sólo para cumplir con Su voluntad y sin demorarte.
b) No digas de ninguna mitzvá (precepto): "la haré mañana", pues tal vez no estarás desocupado para poder hacerla.
"Hilel dice: …y no digas: ‘cuando me desocupe, estudiaré’, pues tal vez no te desocuparás" (Avot 2:5)
3. Diligencia: Haz todo lo que supones que tienes que hacer con consciencia.
Entrénate a decidirte a seguir por un camino y una vez tomada la resolución no vaciles, sino llévala a cabo sin demora. Si tienes dificultad en tomar una determinación, pide consejo, pero no permanezcas en un estado mental confuso.
Estar consciente en cada momentoImagínate estar sentado en un autobús, y en eso observas a otro pasajero tirando dólares por la ventana. ¡No lo puedes creer! Esta persona está loca. Cada cinco minutos otro billete vuela por la ventana.Probablemente nunca has visto eso. Pero seguro que has visto alguien tirando cinco minutos por la ventana. Todos sabemos que "tiempo es dinero". Pero ¿qué es más importante: 5 minutos o un dólar? El tiempo es la oportunidad más grande de tu vida y no debes malgastar ningún momento de ella.
4. Respeto: Sé extremadamente cuidadoso con el honor y los sufrimientos de los demás.
Respeta todo ser humano, aún si éste es diferente a ti, no comparte tus ideas, o se te opone. Nunca olvides que todo ser humano es caro por el solo hecho de haber sido creado a semejanza de Di-s, "Tzelem Elokim".No persigas tu propia fama, pues la gente no respeta a los vanidosos. Recuerda la enseñanza de Ben Zoma: "¿Quién es célebre? Quien honra a los demás".Si quieres ser una persona de honor, merecer y disfrutar la estima de los demás, aprende a examinar selectivamente. Observa en los demás qué es bueno y elogiable y hónralos por esto y aprende de ellos. Concédele a cada hombre la estima que le corresponde. Esta es la única forma, dice Ben Zoma, de ganarte la tuya.
Dice en Pirkei avot: "No desprecies a ningún hombre y no rechaces ninguna cosa, porque no hay hombre que no tenga su hora, ni cosa que no tenga su lugar."No hay persona en el mundo que no tenga su momento de arrepentimiento (por más mala que sea), su ocasión de anhelo de hacer el bien.Por otra parte, a todo lo que existe en la creación, Di-s le asigno un tiempo y lugar determinado para ser lo que debe ser. Entonces, si cada persona y cada cosa existente tienen un tiempo y un espacio asignados por mandato Divino en un universo regido por Su voluntad, a cada ser humano, criatura y objeto le corresponde automáticamente, cierto respeto y reverencia. Todo lo que existe es considerado apto, por el Todopoderoso, para dotarlo de vida, espacio y tiempo en su hora y lugar particulares. No debe ser, pues, despreciado ni rechazado.
5. Tranquilidad: Haz todo silenciosamente, sin confusión o excitación innecesaria.
No permitas que las cosas banales perturben tu tranquilidad mental y paz espiritual. Debes disciplinarte a tener una vista puesta a lo lejos, lo cual significa mirar adelante y pensar en las cosas que realmente trascienden en la vida. Cuando hagas eso, tu equilibrio mental no se perturbara por los problemas diarios de la vida. No te precipites, pues te podrías encontrar con molestias inesperadas que te pueden hacer perder tu tranquilidad mental.
Todas las posesiones y placeres del mundo serán solamente valiosos si van acompañados de paz espiritual; aquella persona que disponga de cuantiosas riquezas y pueda gratificar todos sus deseos, ha de sufrir no obstante, si carece de la paz del espíritu. Por regla general, los sedientos de poder y los buscadores de status adolecen de la obvia falta de ese conocimiento. ¿Por qué entonces esforzarte en obtener poder y status cuando tienes la capacidad de emplear tus energías para alcanzar algo mucho más preciado? Una pacífica actitud mental y la serenidad del alma son los factores más importantes para alcanzar la felicidad.
Se relata que cuando un antiguo emperador estaba por zarpar para Italia, un consejero le preguntó cuáles eran sus principales planes: "Conquistar Roma", fue la respuesta del emperador y el diálogo prosiguió así; "¿Qué vendrá después?", preguntó el consejero, "Conquistar Cartago,Macedonia y Grecia",respondió el emperador, "Luego que hayas efectuado todas esas conquistas¿ Cuáles habrán de ser tus planes? Volvió a inquirir el consejero, a lo que el emperador replicó: "En ese momento podría pasar mi vida en paz y disfrutando de comodidades". El consejero hizo entonces su pregunta final: ¿Pero qué es lo que te impide disfrutar ya mismo de la paz y la comodidad que ansías?"
6. Humildad: reconoce tus debilidades, y no te apoyes en los defectos de los demás Para ser humilde y evitar la arrogancia, intenta aprender de otra persona. Te percatarás que toda persona posee conocimientos o virtudes que tú careces. Reconoce tus limitaciones y no menosprecies las buenas cualidades de tus compañeros.
Nadie puede vanagloriarse de "ser lo más grande que hay".Moisés, el máximo profeta, fue la persona más humilde de la historia.
El Rambam nos enseña lo siguiente: "La humildad, esta pura cualidad, es la más sublime de todas las virtudes admirables". También explica que en todas las conductas de nuestra vida debemos encontrar el camino intermedio entre 2 polos opuestos., por ejemplo:
* Avaro vs despilfarrador: a) Que no escatime ni despilfarre dinero, sino que haga beneficencia según sus posibilidades, que preste adecuadamente (con documento y testigos) a quien lo necesite. * Desenfrenado vs melancólico: Que no sea desenfrenado y jugador y no triste y melancólico, sino alegre toda su vida con tranquilidad, con afable comportamiento.
Así también debe hacerlo con el resto de las cualidades. Esta senda, central y equilibrada, se denomina "el camino de los sabios".
Sin embargo, hay conductas personales que el ser humano no debe practicar de manera equilibrada, sino que debe alejarse de uno de sus extremos hasta el opuesto, como por ejemplo: el orgullo. Así explica el Rambam al versículo que mencionamos de Pirke Avot que dice: "Sé muy, muy humilde"
Veamos los beneficios que trae aparejados:
* La humildad es libertad: ella te libera de quejas, exigencias y de expectativas que son causa de la mayoría de los resentimientos y angustias. * Con humildad habrás de apreciar lo que tienes: te das cuenta que nada te pertenece en realidad, y por consiguiente, sientes agradecimiento por todo lo que tienes. * La humildad te libera de la envidia; cuando seas experto en ser humilde habrás de vivir una vida más feliz. * Con humildad, habrás de estar dispuesto a mostrar honor y respeto a otras personas, tanto con la palabra como con la conducta, y esto habrá de mejorar tu relación con los otros. * La falta de humildad causa enojo y engendra peleas; la humildad crea serenidad y tranquilidad. * Con humildad, encontrarás más fácil perdonar a otros rápidamente. * Con humildad serás capaz de admitir tus equivocaciones; la humildad te da la capacidad de escuchar las críticas con mayor objetividad. Sin humildad, habrás de hacer todo lo que puedas para parecer perfecto.
Humildad es tener conciencia de que todo lo que tienes es un regalo. Implica reconocer y ser agradecidos por las cosas que Di-s nos da cada día.
7. Justicia: Lo que es odiado para ti, no se lo hagas al otro.
Ten en cuenta la enseñanza de Hilel: "Aquello que te es odiado a ti no se lo hagas a tu compañero" (Talmud Babli, Shabat).
Cualquier persona con un poco de carácter moral, entiende perfectamente que está mal dañar la propiedad ajena sin ningún motivo; por ejemplo, quemar la casa del prójimo tan sólo porque se tenía nada mejor que hacer; también cualquier persona con sentido común entiende que matar a otro ser humano sin razón alguna, es deplorable; nadie tendría el descaro de alegar que se tiene el hábito de matar sin ningún motivo, argumentando que le es difícil cambiar sus hábitos, porque está acostumbrado a tener ese tipo de conductas.
Algunas actitudes se justifican al sentir que ellas no tienen intención de dañar a la persona de la cual están hablando pero no les parecería justificable que alguien rompiera las ventanas de su casa, aunque no tuviera en realidad intenciones de hacer ningún daño.
El Talmud comenta: "La lengua es más poderosa que la espada; la espada únicamente mata a quién está cerca, la lengua puede matar a alguien que está lejos".
Cualquiera que desee poner atención se dará cuenta de la increíble cantidad de angustias, penurias, daños materiales y espirituales, y, en no pocos casos, la muerte prematura, que puede causar el Lashón Hará (hablar mal del prójimo).
Simepre, antes de hablar, reflexionemos: ¿Causará usted daño con lo que va a decir? ¿Le gustaría que alguien hablara así sobre usted?
Si deseas ser justo con tu semejante, comienza cediendo y renunciando. Pronto te percatarás que la felicidad eterna proviene, no engañando sino brindándose; no en la búsqueda de placeres sino deleitando a los demás, siendo generoso y no envidioso.
Lo fundamental para poder llevarte bien con los demás, es tener la capacidad de poder observar las cosas desde su punto de vista, aun cuando discrepes con ellos. Cuando trates con alguien, esfuérzate por ver de que manera esta persona percibe la situación. Ten en cuenta que no existen dos personas que visualicen algo de una manera exactamente igual. El conocimiento de la forma en que la otra persona enfoque el tema, disminuirá la posibilidad de conflicto con ella, aun cuando pudieras estar en desacuerdo.
Quienes aman y practican la justicia son rectos y su conciencia está limpia.
Una de las maneras de practicar la justicia es la tzedaká. Vemos como el término tzedaká deriva de la palabra tzedek, justicia.
8. Amabilidad: Las palabras del sabio son habladas de una manera suave y pacífica.
Recuerda el consejo del Rey Salomón: "Las palabras de los sabios se hablan con suavidad"(Kohelet 9:17).
Dirígete con dulzura y sé noble con los demás aun cuando tienes derecho a enojarte. No lo exageres!
Como dice en la Carta del Ramban:
"Habitúate a hablarle gentilmente a toda la gente en todo momento"
a) Habitúate. Prepárate. No permitas que situaciones enervantes te tomen de sorpresa. Antes de que la crisis golpee, elabora en tu mente la forma en que te agradaría reaccionar frente a situaciones difíciles, y decídete a realizar todo el esfuerzo necesario para no rendirte al pánico o a la rabia. Tus resoluciones no acudirán en forma automática ni fácil, pero si te preparas mentalmente, estarás más capacitado para tratar situaciones difíciles, ya que inevitablemente se habrán de presentar.
b) A hablar gentilmente. Aún en situaciones cargadas de tensión, o cuando la atmósfera esté saturada de hostilidad, cuando debas confrontarte con tu enemigo, o cuando debas amonestar a alguien por haber cometido una terrible infracción, háblale gentilmente a la persona involucrada. Las palabras amables tienen mayor fuerza que los desbordes de la indignación.
c) A toda la gente. Trata a toda la gente con respeto y sensibilidad. Reacciona calmadamente aun cuando alguien acabara de insultarte maliciosamente, y permanece tranquilo aun cuando un fastidioso irritante te importune incesantemente. Actúa en forma apacible y cortés con tu familia cercana, como lo harías con tu superior jerárquico o con tu cliente más importante.
d) En todo momento. Jamas te enojes, aun cuando estés exhausto, agotado, desilusionado, agraviado, perplejo, confundido o aterrorizado. Aunque todo el mundo pareciera estrellarse sobre tu cabeza, mantén la calma. Reacciona lenta y deliberadamente, y habla gentilmente.
9. Limpieza y pureza: Mantén tu cuerpo y ropa limpia y pura.
La Torá requiere que nuestros hogares, vestimentas y calles estén limpias. Nuestra higiene personal y el aseo de nuestro cuerpo son imprescindibles, no provoque que los lugares públicos estén sucios.
Cuenta el Talmud que ciertas veces que Hilel se despedía de sus alumnos, ellos le preguntaban: "¿Rabí, a donde vas?", quien respondía: "A cumplir con la mitzva de bañarme".
Asimismo en hiljot Deot, el Rambam escribe: "El vestuario de un estudioso de la Torá debe ser armónico y limpio, estando prohibido que se halle en éste una mancha o algún tipo de grasa y semejantes".
Esto se debe a que uno debe considerar que esta todo el tiempo delante de Di-s. Si uno estuviera frente a un Rey, ¿Cómo se comportaría? Mas y más debemos esmerarnos en estar presentables frente al Rey de Reyes.
10. Paciencia: Por cualquier cosa que pase en tu vida, sé paciente.
Es imposible evitar algunos problemas; debes empeñarte en mantenerte paciente aún cuando tengas razón o tengas un disgusto que no lo puedas evadir.
Cuando pierdes la paciencia tu fastidio es peor de lo que es en verdad. Como resultado, sufres aún más.
Si tu inconveniente no puede ser solucionado inmediatamente ¿por qué agregar más sufrimientos?
Defiende fervorosamente tu paz espiritual, la cual es una de tus más preciadas posesiones. Tres personas son especialmente las bienamadas por Di-s: aquel que no pierde el control de su temperamento, el que no se embriaga y aquél que no demande sus plenos derechos (Pesajim 113a).
No permitas que situaciones enervantes te tomen de sorpresa. Antes de que la crisis golpee, elabora tu mente la forma en que te agradaría reaccionar frente a situaciones difíciles y decídete a realizar todo el esfuerzo necesario para no rendirte al pánico o a la rabia
11. Orden: Haz todo en una forma ordenada y disciplinada.
Guarda todo en su lugar para que no pierdas tiempo y paciencia en buscarlo. Todo lo que emprendas hazlo de manera organizada y metódica.
Esfuérzate en concentrarte en lo que estas haciendo y no te distraigas con otros objetivos o pensamientos.
Cuentan acerca de un hombre que fue a visitar a su hijo a la Yeshiva donde estaba estudiando y viviendo. Este se dirigió directamente al cuarto para controlar el orden. Al verificarlo y notar que todo estaba en orden, decidió retirarse. Al verlo el director de la Yeshiva, le pregunto si no quería saber nada acerca de su hijo, ya que no lo había visto. "No me hace falta, dijo el hombre, si hay orden en su cuarto, debe haberlo en su cabeza"
12. Austeridad: No gastes ni un centavo innecesariamente.
No emplees todo el dinero en otra cosa que hacer el bien para ti y para los demás. Empléalo en mitzvot, como por ejemplo, la caridad o todos los preceptos que dependen del dinero, como adquirir libros, pagar un maestro, etc. No malgastes aquello que tiene valor. No despilfarres el dinero en cosas vanas. El tzadik vigila su dinero cuidadosamente pues es preciado.
En Pirke Avot, dice lo siguiente: "Que tu casa esté ampliamente abierta y que los pobres sean miembros de tu hogar".
Así es que encontramos que Abraham Avinu construyó su casa con puertas abiertas en los cuatro costados, para que cualquier viajero que pasara tuviera fácilmente la posibilidad de entrar a su casa. Cuando el invitado estaba listo para irse, podía hacerlo por una puerta diferente para no avergonzarse ante los demás.
De aquí aprendemos que uno debe tener su casa abierta para ayudar a la gente y debe poner a disposición de ellos todo lo que uno tenga (cada uno de acuerdo a sus posibilidades). Uno no debe mantenerse apartado en función de no ayudar a aquellos hombres necesitados. Si un vecino desea pedirte prestado algo y tú no lo necesitas en ese momento, debes prestárselo generosamente. La cualidad más destacada de Abraham era la generosidad. Un judío debe siempre querer emular a nuestro gran patriarca Abraham.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
13. Silencio: juzga el valor de tus palabras antes de hablar.
Es mejor estar callado que luego lamentarse. El ser humano posee muchas facetas extraordinarias una de ellas es hablar, hay gente que le gusta hablar mal, mucho, con doble sentido e insultar.
Si deseas ser sabio, mantén la boca callada.
Como sostiene el Rey Shlomo: "En la multitud de palabras no falta pecado, más el que refrena sus labios obra sabiamente".
En general hablar demasiado puede conducir al mal. Nuestros sabios nos dicen que incluso hablar bien de un amigo puede llevar a la calumnia. Puedes comenzar con la afirmación perfectamente inocente de que cierto hombre es un padre maravilloso. La persona que te escucha podría sentirse entonces tentada de señalar que si bien eso es verdad, ¡el hombre es un esposo terrible! Una tercera persona, presente en la reunión, podría tomar el hilo de la conversación y reforzar lo dicho con una anécdota vil sobre la actividad comercial del hombre. Lo que comenzó como un chisme "inofensivo" puede terminar en un falso concepto, en envidia y en odio. Y de hecho, cuanto más intentes defender al hombre de quien se habla, más podrás estimular a los otros a refutar tu opinión con toda clase de argumentos e insinuaciones. Cuanto más hables, mayor pecado estarás generando.
Hay una anécdota jasídica, basada en la frase de Rabi Israel Baal Shem Tov "De cada cosa que ve hombre ve debe aprender algo para el servir mejor a D-s". Incluso las relativamente modernas invenciones no son excepción a esto; por ejemplo: el tren, el telégrafo y el teléfono. Del tren puedes aprender que a veces, por demorarte apenas un minuto, puedes perder todo un viaje. Del telégrafo, que por cada palabra debes pagar un precio determinado. Del teléfono, que lo que hablas aquí, es escuchado allí, en los dominios celestiales.
domingo, 21 de febrero de 2010
LA LIBRETA DEL TENDERO
Hay un versículo que dice: «El sabio de corazón recibirá los preceptos; más el necio de labios caerá» (Proverbios 10:8).
Quien es sabio es capaz de apreciar el poder de los preceptos y por ende está ansioso de conseguirlo. Un necio, por otra parte, se cansa rápidamente y así es que no logra conseguirlo. Para el sabio, que conoce la santidad de la Torá, los mandamientos son un bien valioso.
Esto puede ser ilustrado con una analogía:
Además de los diversos libros de contabilidad comunes que lleva un simple tendero, tendrá probablemente una libreta especial en la que anota información variada respecto a sus deudas, a la mercancía comprada durante un período determinado y a sus ganancias. Sus ganancias pueden no pasar de unos pocos dólares, pero vale la pena anotar todas sus transacciones para usarlas en el futuro como referencia para decidir si hacer compras similares.
Un libro mayor de este tipo, en el caso de un gran mayorista, incluiría compras por miles de dólares. También allí se anotarían las ganancias obtenidas por cada partida de mercadería. Si las ganancias para determinada mercadería fueran demasiado reducidas, el administrador ni se molestará en anotarlas, ya que no valdría la pena traerlas nuevamente.
Si miráramos los archivos de una firma internacional, como los de la casa de los Rothschild por ejemplo, encontraríamos información acerca de aquellas adquisiciones y surtidos que resultaron ser inversiones provechosas. Sin embargo, para Rothschild, un beneficio de unos pocos miles no es nada. Ni se molestaría en atiborrar sus libros con sumas insignificantes. Si encontramos anotado que cierta inversión ha sido provechosa podemos estar seguros que la ganancia debe haber sido de cientos de miles.
Aumentemos esta imagen muchos miles de veces e intentemos pensar en el libro mayor del Rey del universo. El libro mayor de El Eterno es nuestra sagrada Torá. De la fuente de la Torá la creación extrae su existencia. Así está escrito: «El Eterno me (la Torá) poseía en el principio, ya de antiguo antes de Sus obras» (Proverbios 8:22). La Torá es descrita también como el deleite de El Eterno, como en el versículo: «Y era su delicia de día en día» (íbid. 8:30). En la Torá El Eterno ha anotado todas aquellas actividades en las que vale la pena invertir, cuyo potencial de ganancia es enorme. Por ejemplo en lo que respecta al mandamiento de añadir flecos –tzitztit– en los extremos de la vestimenta está escrito: «Para que os acordéis, y hagáis todos mis preceptos, y seáis santos a vuestro D-os». (Números 15:40).
¡Qué enorme será la ganancia para que una inversión sea mencionada en el libro mayor del Rey! Qué afortunado es quien la observa, seguramente no se cansará nunca del esfuerzo. Porque si un hombre se topa con una oferta y comprende que puede ser vendida por muchas veces su costo, invertirá todas sus energías en conseguir esa mercancía y en su alborozo no sentirá nunca cansancio.
Otro, «el necio de labios», por su parte, es incapaz de apreciar la santidad de la Torá, ni la ganancia que será su remuneración si invierte en sus mandamientos. Por esa razón se cansa de observarlos. Y es por eso por lo que El Eterno reprochó a Israel: «Sino que de Mí te cansaste, oh Israel» (Isaías 43:22). Como observa el Midrash: «Todo el día trabajan y no sienten cansancio, pero cuando rezan repentinamente los acomete la fatiga».
La misma analogía arriba mencionada puede ser usada para comprender el otro lado de la moneda.
El simple tendero escribirá en su libreta incluso aquellas adquisiciones que le hayan causado pérdidas, aunque la pérdida sea ínfima. En el libro mayor de un gran mayorista esta anotación indicará una pérdida de decenas de miles. Si Rothschild advierte a sus agentes acerca de un mal negocio, probablemente se refiera a una pérdida de cientos de miles.
Multiplicad esta suma por un millón y comenzaréis a apreciar qué significa cuando el Santo, Bendito Sea, nos advierte contra determinada acción en Su libro mayor (por ejemplo comer leche junto con carne, usar una mezcla de lana y lino, etc.) ¡Qué enorme debe ser la pérdida!
(Shem Olam, Parte II, Cap. 3)
Quien es sabio es capaz de apreciar el poder de los preceptos y por ende está ansioso de conseguirlo. Un necio, por otra parte, se cansa rápidamente y así es que no logra conseguirlo. Para el sabio, que conoce la santidad de la Torá, los mandamientos son un bien valioso.
Esto puede ser ilustrado con una analogía:
Además de los diversos libros de contabilidad comunes que lleva un simple tendero, tendrá probablemente una libreta especial en la que anota información variada respecto a sus deudas, a la mercancía comprada durante un período determinado y a sus ganancias. Sus ganancias pueden no pasar de unos pocos dólares, pero vale la pena anotar todas sus transacciones para usarlas en el futuro como referencia para decidir si hacer compras similares.
Un libro mayor de este tipo, en el caso de un gran mayorista, incluiría compras por miles de dólares. También allí se anotarían las ganancias obtenidas por cada partida de mercadería. Si las ganancias para determinada mercadería fueran demasiado reducidas, el administrador ni se molestará en anotarlas, ya que no valdría la pena traerlas nuevamente.
Si miráramos los archivos de una firma internacional, como los de la casa de los Rothschild por ejemplo, encontraríamos información acerca de aquellas adquisiciones y surtidos que resultaron ser inversiones provechosas. Sin embargo, para Rothschild, un beneficio de unos pocos miles no es nada. Ni se molestaría en atiborrar sus libros con sumas insignificantes. Si encontramos anotado que cierta inversión ha sido provechosa podemos estar seguros que la ganancia debe haber sido de cientos de miles.
Aumentemos esta imagen muchos miles de veces e intentemos pensar en el libro mayor del Rey del universo. El libro mayor de El Eterno es nuestra sagrada Torá. De la fuente de la Torá la creación extrae su existencia. Así está escrito: «El Eterno me (la Torá) poseía en el principio, ya de antiguo antes de Sus obras» (Proverbios 8:22). La Torá es descrita también como el deleite de El Eterno, como en el versículo: «Y era su delicia de día en día» (íbid. 8:30). En la Torá El Eterno ha anotado todas aquellas actividades en las que vale la pena invertir, cuyo potencial de ganancia es enorme. Por ejemplo en lo que respecta al mandamiento de añadir flecos –tzitztit– en los extremos de la vestimenta está escrito: «Para que os acordéis, y hagáis todos mis preceptos, y seáis santos a vuestro D-os». (Números 15:40).
¡Qué enorme será la ganancia para que una inversión sea mencionada en el libro mayor del Rey! Qué afortunado es quien la observa, seguramente no se cansará nunca del esfuerzo. Porque si un hombre se topa con una oferta y comprende que puede ser vendida por muchas veces su costo, invertirá todas sus energías en conseguir esa mercancía y en su alborozo no sentirá nunca cansancio.
Otro, «el necio de labios», por su parte, es incapaz de apreciar la santidad de la Torá, ni la ganancia que será su remuneración si invierte en sus mandamientos. Por esa razón se cansa de observarlos. Y es por eso por lo que El Eterno reprochó a Israel: «Sino que de Mí te cansaste, oh Israel» (Isaías 43:22). Como observa el Midrash: «Todo el día trabajan y no sienten cansancio, pero cuando rezan repentinamente los acomete la fatiga».
La misma analogía arriba mencionada puede ser usada para comprender el otro lado de la moneda.
El simple tendero escribirá en su libreta incluso aquellas adquisiciones que le hayan causado pérdidas, aunque la pérdida sea ínfima. En el libro mayor de un gran mayorista esta anotación indicará una pérdida de decenas de miles. Si Rothschild advierte a sus agentes acerca de un mal negocio, probablemente se refiera a una pérdida de cientos de miles.
Multiplicad esta suma por un millón y comenzaréis a apreciar qué significa cuando el Santo, Bendito Sea, nos advierte contra determinada acción en Su libro mayor (por ejemplo comer leche junto con carne, usar una mezcla de lana y lino, etc.) ¡Qué enorme debe ser la pérdida!
(Shem Olam, Parte II, Cap. 3)
RESPETO
Respetemonos
1) ¿Por qué no podemos reconocer todo lo bueno y magnifico que HASHEM derrama sobre nosotros con Su gran misericordia, para así poder agradecer y alabar al creador y conductor del mundo?
Una de las tantas respuestas posibles que nos enseña el libro Jobot Halebabot sería explicándolo de la siguiente manera:
La persona ansia toda su vida materializar las ambiciones de su corazón y conseguir todo lo que desea. Y esto se demuestra en el hecho de que incluso cuando tiene la dicha de conseguir lo que se proponía, no está satisfecha con esto, sino que ambiciona inmediatamente alcanzar un nivel más alto que el actual. Como dijeron nuestros sabios el que tiene cien quiere doscientos y el que posee doscientos quiere cuatrocientos, etc. Y a causa de esto, las personas no aprecian en absoluto lo que ya tienen en su mano y en su poder, y sus ojos ya se elevan hacia aquello que no tienen y que está fuera de sus límites.
Hasta tal punto que un pensamiento extraño, se apodera de sus corazones constantemente y dice: “Que todas aquellas cosas buenas o cualidades especiales que tienen las demás personas, le pertenecen a él y le fueron robadas de su propiedad, y ahora sus ojos y su corazón, anhelan todos los días de su vida: ¿” cuando volverá mi botín a mí propiedad”?
Y el que lee esto descubre una nueva cadena de pensamiento que brota del interior de casi todas las personas. Que late en el los corazones y en las mentes de los hombres. Un pensamiento basado en esta regla: “Correspondería que todo el mundo estuviera bajo mí dominio y a mi servicio”. La respuesta es que cada uno de nosotros es y debe sentirse como el hijo del REY, importante y elevado. Por eso sentimos que el mundo nos pertenece, pero no debemos olvidar que nuestro prójimo siente lo mismo que nosotros.
Respetémoslos.
2) En la creación del primer hombre dice la Torá que Hashem lo creó, sopló en él e hizo que fuera un ser viviente. El Targum Onkelos lo traduce como un ser parlante. La posibilidad de hablar, de emitir conceptos, de relatar hechos y que puedan ser comprendidos por otros es exclusiva del ser humano. Esa facultad de hablar implica una gran responsabilidad. Hay que saber qué se puede decir, dónde decir, y no cometer el pecado de Lashon Hará, esto es hablar de alguien en forma despectiva ya sea en cuanto a su conducta, o cualidad, o forma de comportarse, que implique algo feo a los ojos de la sociedad y de la Torá. (incluso que lo que se diga sea verdad) De los beneficios que esto acarrea, podemos ver las consecuencias trágicas que produce el Lashon Hará.
En una de las Kehilot más importantes de Israel vivía el Rab Cohen, persona mayor, cerca de la edad de jubilarse. Parte de su tiempo lo dedicaba a su trabajo, pero la mayoría del mismo lo empleaba en el estudio de la Torá. Sucedió que se enfermó y no asistió a los estudios un tiempo. Fue internado y su estado subía y bajaba. El Rab convocó a lectura de Tehilim. El informante dijo que la situación era por demás crítica. Hicieron una nueva ronda de Tehilim y la noticia golpeó más todavía, el paciente sufrió un paro cardíaco y para los médicos estaba en muerte clínica. Dijo el Rab: “a los médicos les está permitido curar, no fijar cuánto la persona va a vivir”. Volvieron a decir Tehilim, cada cual recibió sobre sí mismo de hacer algo en beneficio del Rab Cohen. Subió el Rab a la Tebá, habló unas palabras de despertar espiritual y reflexionó sobre la vida del Rab Cohen diciendo: “Quiero que estas cosas vayan en mérito del Rab Cohen. Puedo certificar tres cosas: A) a pesar de tener una familia numerosa, jamás faltó a su Tefilá. B) Jamás faltó a sus estudios de Torá y C) En todo el tiempo en que lo conozco, jamás escuché de él un Lashon Hará, era muy cuidadoso en lo que hablaba y sabía las leyes perfectamente. Quiero que estas tres cosas vayan a su mérito y salga de esta situación”.
Volvieron a hacer Tehilim, rezaron temprano y la gente se fue a sus casas, luego de toda la noche de estudios. El Rab iba a visitarlo pero era poco el tiempo que se quedaba junto a él debido a que no podía hablar. Luego de dos semanas, ya pudo hablar con él un poco. El Rab Cohen preguntó: “¿Es cierto que hicieron Tefilá por mí y que usted también buscó méritos en mí?”. “Si, es cierto, pero, ¿quién le contó?”. “Yo lo vi...., puedes creer que me volví loco, pero no es así. Vi esa luz potente que atrae, vi mi cuerpo desde arriba, vi a los médicos que estaban aquí, vi a fulano que estaba junto a mí como leía Tehilim, luego vi a toda la sinagoga, como leían Tehilim, vi como usted habló por mí, lo vi todo. Vi como pasaban mi vida en forma rápida, vi todas mis faltas, sentí pavor, estaba frente al tribunal celestial. El dictamen era: ya está, no hay más nada a su favor que le prolongue la vida. Veo como usted dice que yo hacía Tefilá en la sinagoga, los ángeles dicen no es suficiente, que no faltaba a mis estudios de Torá, también dicen los ángeles no es suficiente. Entonces usted dijo que yo no hablé Lashón Hará, en ese momento determinaron que podía seguir con vida”.
¡¡¡ TU VIDA DEPENDE DE LO QUE HABLAS!!!
Extraído del Or Daniel
1) ¿Por qué no podemos reconocer todo lo bueno y magnifico que HASHEM derrama sobre nosotros con Su gran misericordia, para así poder agradecer y alabar al creador y conductor del mundo?
Una de las tantas respuestas posibles que nos enseña el libro Jobot Halebabot sería explicándolo de la siguiente manera:
La persona ansia toda su vida materializar las ambiciones de su corazón y conseguir todo lo que desea. Y esto se demuestra en el hecho de que incluso cuando tiene la dicha de conseguir lo que se proponía, no está satisfecha con esto, sino que ambiciona inmediatamente alcanzar un nivel más alto que el actual. Como dijeron nuestros sabios el que tiene cien quiere doscientos y el que posee doscientos quiere cuatrocientos, etc. Y a causa de esto, las personas no aprecian en absoluto lo que ya tienen en su mano y en su poder, y sus ojos ya se elevan hacia aquello que no tienen y que está fuera de sus límites.
Hasta tal punto que un pensamiento extraño, se apodera de sus corazones constantemente y dice: “Que todas aquellas cosas buenas o cualidades especiales que tienen las demás personas, le pertenecen a él y le fueron robadas de su propiedad, y ahora sus ojos y su corazón, anhelan todos los días de su vida: ¿” cuando volverá mi botín a mí propiedad”?
Y el que lee esto descubre una nueva cadena de pensamiento que brota del interior de casi todas las personas. Que late en el los corazones y en las mentes de los hombres. Un pensamiento basado en esta regla: “Correspondería que todo el mundo estuviera bajo mí dominio y a mi servicio”. La respuesta es que cada uno de nosotros es y debe sentirse como el hijo del REY, importante y elevado. Por eso sentimos que el mundo nos pertenece, pero no debemos olvidar que nuestro prójimo siente lo mismo que nosotros.
Respetémoslos.
2) En la creación del primer hombre dice la Torá que Hashem lo creó, sopló en él e hizo que fuera un ser viviente. El Targum Onkelos lo traduce como un ser parlante. La posibilidad de hablar, de emitir conceptos, de relatar hechos y que puedan ser comprendidos por otros es exclusiva del ser humano. Esa facultad de hablar implica una gran responsabilidad. Hay que saber qué se puede decir, dónde decir, y no cometer el pecado de Lashon Hará, esto es hablar de alguien en forma despectiva ya sea en cuanto a su conducta, o cualidad, o forma de comportarse, que implique algo feo a los ojos de la sociedad y de la Torá. (incluso que lo que se diga sea verdad) De los beneficios que esto acarrea, podemos ver las consecuencias trágicas que produce el Lashon Hará.
En una de las Kehilot más importantes de Israel vivía el Rab Cohen, persona mayor, cerca de la edad de jubilarse. Parte de su tiempo lo dedicaba a su trabajo, pero la mayoría del mismo lo empleaba en el estudio de la Torá. Sucedió que se enfermó y no asistió a los estudios un tiempo. Fue internado y su estado subía y bajaba. El Rab convocó a lectura de Tehilim. El informante dijo que la situación era por demás crítica. Hicieron una nueva ronda de Tehilim y la noticia golpeó más todavía, el paciente sufrió un paro cardíaco y para los médicos estaba en muerte clínica. Dijo el Rab: “a los médicos les está permitido curar, no fijar cuánto la persona va a vivir”. Volvieron a decir Tehilim, cada cual recibió sobre sí mismo de hacer algo en beneficio del Rab Cohen. Subió el Rab a la Tebá, habló unas palabras de despertar espiritual y reflexionó sobre la vida del Rab Cohen diciendo: “Quiero que estas cosas vayan en mérito del Rab Cohen. Puedo certificar tres cosas: A) a pesar de tener una familia numerosa, jamás faltó a su Tefilá. B) Jamás faltó a sus estudios de Torá y C) En todo el tiempo en que lo conozco, jamás escuché de él un Lashon Hará, era muy cuidadoso en lo que hablaba y sabía las leyes perfectamente. Quiero que estas tres cosas vayan a su mérito y salga de esta situación”.
Volvieron a hacer Tehilim, rezaron temprano y la gente se fue a sus casas, luego de toda la noche de estudios. El Rab iba a visitarlo pero era poco el tiempo que se quedaba junto a él debido a que no podía hablar. Luego de dos semanas, ya pudo hablar con él un poco. El Rab Cohen preguntó: “¿Es cierto que hicieron Tefilá por mí y que usted también buscó méritos en mí?”. “Si, es cierto, pero, ¿quién le contó?”. “Yo lo vi...., puedes creer que me volví loco, pero no es así. Vi esa luz potente que atrae, vi mi cuerpo desde arriba, vi a los médicos que estaban aquí, vi a fulano que estaba junto a mí como leía Tehilim, luego vi a toda la sinagoga, como leían Tehilim, vi como usted habló por mí, lo vi todo. Vi como pasaban mi vida en forma rápida, vi todas mis faltas, sentí pavor, estaba frente al tribunal celestial. El dictamen era: ya está, no hay más nada a su favor que le prolongue la vida. Veo como usted dice que yo hacía Tefilá en la sinagoga, los ángeles dicen no es suficiente, que no faltaba a mis estudios de Torá, también dicen los ángeles no es suficiente. Entonces usted dijo que yo no hablé Lashón Hará, en ese momento determinaron que podía seguir con vida”.
¡¡¡ TU VIDA DEPENDE DE LO QUE HABLAS!!!
Extraído del Or Daniel
DEBEMOS BUSCAR LO BUENO DEL OTRO
La Guemará en Ketubot 16 pregunta: ¿Como se baila delante de la novia? Bet Shamai dice: “A la novia se la alaba según lo que es”. Por el contrario Bet Hilel dice: “La novia es hermosa y graciosa”.
Cuando se le pregunta a Bet Hilel acerca de que la Tora en Shemot escribe “de la mentira debes alejarte” de aquí podríamos deducir que no se puede alabar a la novia con algo que no posea.¡No todas las novias son hermosas y graciosas! Y sin embargo Bet Hilel asevera que cuando alguien adquiere algo lindo y nos pregunta nuestra opinión sobre la adquisición, debemos responderle que realmente es hermosa aunque no lo creamos así. Es lo mismo que sucede con el caso de la novia.
Vemos entonces como Bet Hilel nos enseña un fundamento para la vida, y para encontrar en todo el momento el Shalom.
Hay un kelal( generalidad) en el judaísmo : ¡Qué importante es estar siempre alegre! Sobre quien se comporta así, está escrito: “Ve y come con alegría tu pan y bebe tu vino con buen corazón, ya que hazme acepta tus actos” (Kohelet 9). Sobre este versículo el Rey Shlomo, comentan Jajamin que la persona debe estar alegre con lo que Hashem le otorgó. Así encontrará el bienestar para su cuerpo y su alma. Aprendamos a vivir con lo que Hashem nos otorgó. Seamos positivos en la vida. Los primeros beneficiados seremos nosotros mismos.
Cuando se le pregunta a Bet Hilel acerca de que la Tora en Shemot escribe “de la mentira debes alejarte” de aquí podríamos deducir que no se puede alabar a la novia con algo que no posea.¡No todas las novias son hermosas y graciosas! Y sin embargo Bet Hilel asevera que cuando alguien adquiere algo lindo y nos pregunta nuestra opinión sobre la adquisición, debemos responderle que realmente es hermosa aunque no lo creamos así. Es lo mismo que sucede con el caso de la novia.
Vemos entonces como Bet Hilel nos enseña un fundamento para la vida, y para encontrar en todo el momento el Shalom.
Hay un kelal( generalidad) en el judaísmo : ¡Qué importante es estar siempre alegre! Sobre quien se comporta así, está escrito: “Ve y come con alegría tu pan y bebe tu vino con buen corazón, ya que hazme acepta tus actos” (Kohelet 9). Sobre este versículo el Rey Shlomo, comentan Jajamin que la persona debe estar alegre con lo que Hashem le otorgó. Así encontrará el bienestar para su cuerpo y su alma. Aprendamos a vivir con lo que Hashem nos otorgó. Seamos positivos en la vida. Los primeros beneficiados seremos nosotros mismos.
LA VIDA DEL NERVIOSO NO ES VIDA
La Guemará en Masejet Pesajim 113 afirma que los sufrimientos que se provoca la persona nerviosa, a si mismo, a su familia y a su alrededor son innumerables:
a) Acorta su vida, se deduce de lo que le preguntaron a Ribí Zeira ¿Como has hecho para vivir tanto tiempo? “Nunca me enojé dentro de mi hogar”, respondió el Rab (Meguilá 28).
b) Pierde su sustento, ya que la Berajá de la casa depende de la mujer y si ella está triste por haber recibido una ofensa de su nervioso marido, los problemas económicos aparecerán.
La furia provoca que la persona se comporte en forma cruel, no reconozca la verdad y que tropiece con todo tipo de pecados.
a) Acorta su vida, se deduce de lo que le preguntaron a Ribí Zeira ¿Como has hecho para vivir tanto tiempo? “Nunca me enojé dentro de mi hogar”, respondió el Rab (Meguilá 28).
b) Pierde su sustento, ya que la Berajá de la casa depende de la mujer y si ella está triste por haber recibido una ofensa de su nervioso marido, los problemas económicos aparecerán.
La furia provoca que la persona se comporte en forma cruel, no reconozca la verdad y que tropiece con todo tipo de pecados.
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